LA SOMBRA DE ORIÓN, PABLO MONTOYA


LUGAR:

Medellín, Antioquia. Colombia. Barrios que hacen parte de la comuna: Belencito Corazón, Otrabanda, Calle San Juan, San Javier, 20 de Julio, El Salado. Sectores: El Hoyo, El Seis, Terrígenos, El Morro, La Escombrera

 

TIEMPO:

2002

 

PERSONAJES:

Principales: Pedro Cadavid

Secundarios: Antony, Manuela novia de Pedro, Susana, Eduardo Nanclares profesor, Ciro Peláez profesor, Marina Vásquez profesora, Silvia Sánchez estudiante, Raquel hermana de Pedro, Jeremías Giraldo amante de Raquel, Montuno- general del ejército, Gallo- general de la policía, Bejarano- jefe de grupos paramilitares de Medellín, Jaramillo (Carilindo)- francotirador de la policía, El Diablo- jefe del comando de la policía, El Turpial- comandante guerrillero, Sor Yaneth, Julia Cárdenas, su bebé y su esposo Rogelio guerrillero que depuso las armas y luego fue asesinado, Juliana Tobón y Herrera su esposo, profesores asesinados Aguinaga, Botero, Velásquez y Herrera, Gabriel Isaza- poeta, Marcos- comandante guerrillero, Luis Ocaró, Alma Agudelo habitante del la comuna, el Loco maleante adolescente, el Mago o Capo del polvo blanco, Rogelio comandante que hacía “limpieza”, el Perseguidor Cortázar, Marcos- comandante guerrillero, doña Elsa, Javier Agudelo, Juvenal Ortiz

Bandas: Los encapuchados, los tinieblos, los belicosos, los tenebrosos, los oscuros, los desalmados, los camanduleros, los escapularios, los sangrientos, los asquerosos, los tremendos, los enfebrecidos, los tremebundos.....


LA OBRA

El autor, Pablo Montoya, narra acontecimientos dolorosos y traumáticos. Usa narrador omnisciente y en primera persona dando voz a las personas desaparecidas imprimiendo dramatismo. Combina ritmos lento y ritmos vertiginosos.

 

Pedro Cadavid, el personaje principal, al regresar de Paris, se encuentra con una Medellín popular y violenta. Le impacta la comuna, quiere escribir sobre las víctimas, personas que luchan por salir adelante, progresar y trabajar en un ambiente malsano que se ensaña contra sus esperanzas. Talvez sea idea mía, pero al leer la biografía de Pablo Montoya, escritor, profesor universitario de literatura que viajo a estudiar a París y regresó a Medellín justo en estos tiempos convulsionados, la hija que dejó, entre otros detalles, tengo la impresión que son la misma persona.

 

La operación Orión fue vista como un hecho positivo por todo el país, era difícil entender y ver otra realidad en medio de la crisis, solidarizarse con los afectados para ayudarlos a superar la tragedia arrastrada por generaciones. El relato confronta la realidad sangrienta, el desbordamiento de la crueldad, la indiferencia o desconocimiento de los indemnes.

 

Se resalta el talento artístico de sus habitantes al querer plasmar los hechos en un mapa o cartografía que indica donde caía o se había visto la persona por última vez, la sonoteca que colecciona los sonidos de las asesinados que claman desde la tierra, cantos que cuentan las historias y bailes que muestran las heridas.

 

Nos adentra en las vivencias de los personajes de la comuna, sus costumbres, sus sufrimientos, sus soledades, sus nostalgias, sus sueños de paz y de tiempos mejores. Las injusticias y golpes que han afectado sus vidas, los consuelos y apoyo real que reciben de las monjas católicas. Todo dentro de un contexto histórico de desplazamientos, desarraigos y huidas por luchas bipartidistas, corrupción política, narcotráfico, delincuencia común y luchas armadas de diferentes actores.

 

La novela es un cúmulo de realidades cargadas de ficción que intentan dar sentido a este tema denso, oscuro y retorcido como lo es la formación de las mismas comunas, explicar el impacto en la población civil, especialmente en la niñez, la juventud y las mujeres y de dónde sacan fuerzas para sobrevivir. Al enfocar la energía en las víctimas, las revelaciones adquieren un matiz político, capaz de causar ampollas en muchos, se evidencian los intentos fallidos de los acuerdos de paz, las traiciones, los incumplimientos y las trampas por parte de todos los involucrados

 

El autor innova al levantar, en uno de los capítulos de la obra, una especie de inventario de las desapariciones forzadas, alejándose de las corrientes literarias tradicionales de Colombia y Latinoamérica.


La novela es rica en recursos literarios como personificaciones, metáforas, anáforas, describe con habilidad sensaciones y emociones. Se vale del lenguaje usual y coloquial de sus habitantes y de las bandas delincuenciales, pero también el dominio del vocabulario variado y rico del español.


En letra cursiva azul se encuentran extractos de la novela que revelan el estilo narrativo del escritor:


“El silencio, ante los motores, se escabulle por entre las ramas de los árboles, los aleros de las casas, las alcantarillas envueltas en su aliento de podredumbre.” pág. 13

“Respiraciones rotas suenan como látigos” pág. 14

“Su pupila derecha esta agrandada como la de un gato al acecho” pág. 34

“quienes hablaban de derechos humanos, de justicia social o de organizaciones sindicales eran objeto de su desconfianza y desprecio” pág. 49

“Intenta llorar y no puede. Lo que desea es desintegrarse en un solo alarido…” pág. 66

“Las matas con sus flores matizaban el buen gusto y los colibríes se suspendían, como revelaciones radiantes, ante los pebeteros puestos en los balcones y la terraza” pág. 69

“Había una vez, un ambiente donde la indiferencia primaba” pág. 74

“De aquella sonoridad, que se volvía enérgica al impartir ordenes, quedó tan sólo un susurro agrietado” pág. 190

“A Luis lo apreciaban algunos altos oficiales de esta institución porque era un cliente cumplido en la compra de armas y equipos de comunicación” pág. 211

“Súbitamente, como un animal enigmático, cayo la noche sobre el valle” pág. 240

“El músico infería, por otra parte, que La Escombrera era la gran fosa común de Medellín, y sin duda, de Colombia” pág. 287

Bogotá, mayo 15 de 2022


EL AUTOR Y SU OBRA

Pablo Montoya nació en Barrancabermeja, Santander, Colombia. Su niñez, adolescencia y parte de su vida adulta transcurren en Medellín, Antioquia, Colombia. Es parte de una familia de once hermanos. Adelanto cuatro semestres de medicina, siguiendo los pasos de su padre, pero luego abandona esta carrera para estudiar música, filosofía y letras en Tunja. Su padre, José Montoya, fue asesinado por una célula urbana del ELN en 1985, evento violento que lo marca y se refleja en sus obras.

Escritor de novelas, cuentos, poemas, ensayos, crítica literaria, crónica cultural y traductor.

 

Se desempeñó como flautista de la Orquesta Sinfónica de Vientos de Boyacá, de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia, de la Orquesta Filarmónica de Medellín, de la Estudiantina Boyacá e hizo parte del Nocturnal Boyacense. En Tunja, en 1986, nace su primera hija, Sara Montoya, de la relación que Pablo Montoya tuvo con Myriam Montoya, poeta y escritora.

 

Desde 1993 hasta 2002, Pablo Montoya, reside en Francia donde realiza maestría y doctorado en Estudios Hispánicos y Latinoamericanos en la Universidad Sorbona Nueva de París. En París publica sus primeros libros: Cuentos de Niquía (1996), La Sinfónica y otros cuentos musicales (1997), Habitantes (1999), Viajeros (1999) y Razia (2001). Su tesis doctoral «La música en la obra de Alejo Carpentier», defendida en 2001, obtiene la máxima calificación otorgada por la universidad francesa.

 

Montoya vuelve a Colombia en 2002 luego de la ruptura con su pareja. Se vincula a la Universidad de Antioquia como profesor de literatura. En 2005 es designado para crear y dirigir el Doctorado en Literatura, primer doctorado en esta especialidad en Colombia. Su coordinación dura hasta 2009. Pablo Montoya se casa con Alejandra Toro y de esta relación nace en 2013 Eloísa Montoya, su segunda hija. Actualmente, vive en su casa de campo, en El Retiro (Antioquia), cerca de Medellín.

 

SU OBRA:

 

Novela: La sed del ojo (2004, 2019), Lejos de Roma (2008), Los derrotados (2012), Tríptico de la infamia (2014), La escuela de música (2018) y La sombra de Orión (2021).

 

Tríptico de la infamia la novela más celebrada de Montoya ha sido merecedora de tres premios internacionales de literatura: Rómulo Gallegos, José Donoso y José María Arguedas. Esta obra ha sido traducida en italiano, francés y chino.

 

Cuento, antologías y recopilaciones: Cuentos de Niquía (1996), La sinfónica y otros cuentos musicales (1997), Habitantes (1999), Razia, 2001, Réquiem por un fantasma (2006), El beso de la noche (2010), Adagio para cuerdas (2012), Adiós a los próceres (2010, 2016), Mi mano busca en el vacío (2019).

Poesía: Viajeros (1999), Cuaderno de París (2007, 2016), Trazos (2007), Sólo una luz de agua: Francisco de Asís y Giotto (2009), Programa de mano (2014), Hombre en ruinas (2018).

 

Ensayo: Música de pájaros (2005), Español, lengua mía y otros discursos (2007, 2017), Novela histórica en Colombia 1988- 2008: entre la pompa y el fracaso (2009), Un Robinson cercano: diez ensayos sobre literatura francesa del siglo XX (2013), La música en la obra de Alejo Carpentier (2013), Terceto (2016), Cuaderno de París (2016), Un Robinson cercano, diez ensayos sobre literatura francesa (2017).

 

Premios y reconocimientos: Premio del Concurso Nacional de Cuento «Germán Vargas», 1993; Beca para escritores extranjeros, Centro Nacional del Libro de Francia, 1999; Premio Autores Antioqueños, 2000; Premio en modalidad de cuento Alcaldía de Medellín, 2005; Escudo de la ciudad otorgado por la Alcaldía de Barrancabermeja, en 2006; Beca de creación Alcaldía en Medellín en cuento, 2007; Beca de Investigación literaria Ministerio de Cultura de Colombia, 2008; Beca de creación Alcaldía de Medellín en novela, 2012; Premio Rómulo Gallegos, 2015; Escudo de oro otorgado por la Universidad de Antioquia, 2015; Medalla de oro Porfirio Barba Jacob de la Alcaldía de Medellín por su contribución a la educación y a la cultura, 2015; Declarado «Personaje del año» por el periódico El Tiempo y por las revistas Semana y Arcadia, 2015; Medalla Orden de la Libertad, grado Gran Oficial, otorgada por la Gobernación de Boyacá, 2015; Premio José Donoso, 2016; Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua desde el 2016; Congo de Oro otorgado por el Carnaval de las Artes de Barranquilla, 2016; Medalla Orden Facientes Veritatem, grado Comendador, otorgada por la Universidad Santo Tomás de Aquino, 2016; Premio de Narrativa José María Arguedas, 2017; Personaje del año reconocido por la Academia de Medicina de Medellín, 2017; Medalla Francisco José de Caldas, categoría Oro, a la excelencia universitaria otorgada por la Universidad de Antioquia, 2018.




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